Amor en Tiempos de Pademia

PARTE 5

Extraño salir, ir al cine, a comer a un restaurante, manejar y cantar en el automóvil. Extraño salir a jugar basketball.

Desde pequeña he sido muy activa, me gustan los deportes, andar en bici, trepar árboles, nadar en el río, me fascina estar afuera, moverme, respirar hondo y sentir el viento en la cara.

Te podría contar muchas aventuras que he vivido, pero son tantas y tan preciadas, que no sé si les haga justicia. Están en mi memoria y mi corazón.

En este aislamiento, lo que más me ha ayudado a estar tranquila (si se puede llamarle así), es el ejercicio. Ojo, no soy para nada fit, así como le entro al ejercicio, le entro a la comida, recuerda que soy cocinera empedernida.

Pero si, me gusta sentir que estoy haciendo algo bueno por mi cuerpo. Lo he tratado de la jodida durante mucho tiempo y poco a poco me ha pasado factura.

Antes de que toda esta pandemia empezara, tenía mis tardes/noches ocupadas en las canchas de basketball, amo ese deporte, correr, jugar en equipo, y sobre todo… ganar.

Mi papá me enseñó a jugar, él me compró mi primer pelota, y recuerdo perfecto que salía a jugar con él y mi mamá, siempre nos ganaba, hacía unos tiros de fantasía y unas fintas que me alucinaban. Encima de todo, veíamos los partidos de basketball juntos, Michael Jordan estaba en la cima del éxito y verlo jugar era todo un acontecimiento.

Creo que esos momentos son el pegamento de mi salud mental. Las tardes jugando basketball o fútbol con mi papá. Creo que por eso soy medio vato, me crié practicando deportes, y en vacaciones, mis días se me iban en el río con mis primos, o en el corral con mis tíos. Montando a caballo, corriendo, toda neja y sudada. Pero feliz.

Recuerdo que me sentaba en la rejilla de arriba en la camioneta de redilas de mis tíos (todavía lo hago), y al pasar cerca de los árboles con ramas bajitas, por mas que me cubriera la cara, me llevaba unos raspones de cuidado, pero no me importaba, el viento me hacía cerrar los ojos y respiraba fresco fresco.

Algunas veces me pregunto el porqué todo tiene que cambiar, porqué no quedarse viviendo esos momentos, detenidos en el tiempo.

Hoy, con todo lo que he vivido, añoro esos momentos, el estar en el campo, o jugando fut o basket con mi papá.

Pero crecemos, trabajamos y nos llenamos de responsabilidades, de repente se te olvida respirar y te atrapan los pendientes, las deudas, los achaques de la edad.

No todo es malo, me gusta trabajar, ganar dinero y gastarlo en lo que quiero, o sea, salir con mi gente, viajar y comprar todo lo que Amazon pone frente a mí.

Bueno, pues esta cuarentena, he tratado de hacer ejercicio en casa, hacerlo en las mañanas me da una sensación de satisfacción. Ya después me sigo con limpiar la casa, el patio, hablar con mis plantas, tomar café o té, cocinar o no (nos turnamos la cocinada con mi mamá), y leer un rato. Te diría que ver alguna peli o programa de tv, pero la verdad es que no me llama mucho la atención, normalmente la tele la enciendo y está hablando como loca mientras yo veo al techo y me invento historias en la cabeza

Eso si, me conozco demasiado bien para saber que si no hago ejercicio en las mañanas, me voy de boca en el túnel de la depresión y ansiedad, como cochinadas y no me muevo del sillón. Es como este loop auto destructivo del cual soy consciente y por más que mi cerebro me diga que me deje de mmdas, sigo tirada viendo al techo.

Es por eso que es importante para mí hacer ejercicio, estar afuera, correr, nadar, patear una pelota o aventarla hacia un aro. Porque me hace sentir esa libertad y felicidad que sentía cuando estaba pequeña, cuando no pensaba en nada más que en estar ahí, en el momento, respirando hondo. Libre.

Patricia Pino

Junio.26.2020

Aquí estoy yo, respirando hondo en el corral de mi abuelo.
Aquí estoy, muerta de frío y cansada por haber caminado un buen, pero feliz por haber encontrado esta cascada en medio de la Sierra de Guerrero.

Amor en Tiempos de Pandemia

PARTE 4

Y aquí estamos otra vez, yo escribiéndote y tú leyéndome. En complicidad, de mutuo acuerdo. (Que mmda!)

Tal vez tu busques respuestas en mis escritos, alguna señal divina en estas letras, algo que te haga encontrar tu centro. Si es así, lo siento, estoy mas perdida que tu.

Eso si, trataré de hacerte sonreír y te mantendré ocupado/da/de mientras estas letras sigan apareciendo.

Como ya te habrás dado cuenta, mi imaginación es un poco, hmmm, amplia..?

Esta la utilizo siempre, a veces creo personajes, otras, pues son historias que sólo ocurren en mi cabeza, esto quiere decir, que puedo estar totalmente tranquila, viendo la tele y en mi mente empiezo a vivir situaciones (a veces dramáticas), que es casi imposible sucedan.

He salvado vidas infinidad de veces, en todos los escenarios posibles, obviamente culpo a Grey’s Anatomy y las mil y un películas que he visto. Pero, pues, qué quieres? Es medio difícil controlarme.

En esta cuarentena, he ocupado mi imaginación y creatividad para armarme un cuento de que soy una constructora de juegos de mesa. Porque, a pesar de que vivo sola y de que mi círculo de ami@s se ha reducido a los necesarios, me encantan los juegos de mesa, bueno, me encanta competir, y obviamente, me choca perder.

Así que, decidí armar un par de juegos de mesa sencillos, un tablero de damas chinas o ajedrez y un tablero de “sorry”, todo bien, me gustó el resultado final, pero sabes qué? Se necesita gente para jugar!, así que, cada vez que paso por la mesa, veo a ese tablero y siento que me reclama su existencia. No puedo hacer nada mas que verlo e ignorarlo.

Un día decidí armar un rompecabezas de 2,000 piezas, es tan grande que no cupo en mi mesa, y como no me vibró el tamaño, lo dejé así, a medio empezar por días.

Y es eso, creo mucho en la vibración, siempre he sido muy intuitiva, si algo no me late, no lo hago, si alguien no me vibra, sé que no es alguien que me aportará algo positivo, (por no decir que muy probablemente no es una buena persona).

Me pasa que cuando conecto con alguien, le conozco a tal nivel, que intuyo cuando algo está mal, ya se!, soy psicóloga y esas cosas son de magos… pero soy fan de Harry Potter, así que, hazle como quieras.

El caso es que me gusta ser así, el tener la capacidad de entender a las personas, el poder, de cierta manera, proporcionarles las herramientas para que estén mejor.

Desde que iba en la secundaria supe lo que quería para mi, viajar por el mundo, ser psicóloga y escribir libros. Mas o menos ahí la llevo, me falta eso de escribir libros (pfff, en plural!), no puedo acabar un escrito decentemente, menos un libro, ah no!, libros!

El viajar por el mundo, pues, lo intento, me he escapado a vagar mas de una vez, el trabajo en los cruceros marítimos también me ayudó a explorar lugares que estaban fuera de mi imaginación. Recuerdo que esta necesidad de explorar la sembró mi madre en mí desde pequeña, me decía, “Patricia, no te cases, conoce gente, lugares, viaja, explora!” Y pues heme aquí, sin un marido con quién jugar damas chinas, mi refri lleno de imanes de todos los lugares que he pisado, mi pasaporte lleno de sellos y mi cabeza con mil y un recuerdos.

No me arrepiento de nada, cada quien hace su propio camino, el mío, pues tiene un buen de baches, algunas partes está pavimentado, y muchas otras es tierra o lodo. Eso sí, es extenso y abarca muchos muchos países.

A mi parecer, la vida se trata de eso, coleccionar momentos, dar lo mejor que tengas y amar a lo desgraciado, (no “al desgraciado”, a LO desgraciado), fuerte pues, sin miedo.

Así que, no importa lo que quieras para ti, ya sea viajar por el mundo, ser bomber@, no salir de tu ciudad, formar una familia, o simplemente leer libros y tomar café, hazlo. Disfruta! Mientras seas feliz, y no lastimes a nadie ni atentes contra tu bienestar, todo está bien.

Patricia Pino

Junio.24.2020

El tablero para las damas chinas o ajedrez.
El rompecabezas que nomás no entró en la mesa.. así se quedo por una semana.
Este es mi pasaporte de Pandemia, no voy a postear el original por mera seguridad.

Amor en Tiempos de Pandemia

INTERMEDIO

Este escrito no es para hablarte de alguna de las actividades que he hecho para mantenerme sana mental/emocionalmente.

Lo que escribo hoy son ideas que pasan y han pasado por mi cabeza durante todo este tiempo incierto.

Sin politizar, filosofar ni ser critica social, he tratado de mantenerme neutra en cuanto opiniones sobre nuestra mueva forma de vida.

Sin empacho te digo que he sentido todos los síntomas de la enfermedad, sin tenerla siquiera. Hay momentos que se me acelera el corazón y empiezo a hacer un plan mental de cómo afrontaré esta situación. Me preocupa, me siento ignorante, a pesar de que trato de buscar información al respecto.

Hay gente que dice que esto del virus es una farsa, hay otros que se han cerrado a todo contacto social, y hay otros más que tratan de llevar una vida con precaución.

Creo que cada quien es libre de pensar y sentir lo que quiera, mientras no afectes a los demás, ni atentes contra tu seguridad.

Hay veces que vivimos con miedo, sentimos que algo malo nos va a pasar, que la gente nos va a criticar, o que vamos a fracasar en nuestros proyectos.

Hoy me doy cuenta que todos esos miedos son sólo barreras que construimos para sentirnos “seguros”, dando a cambio lo mas preciado que tenemos, nuestra libertad.

Por experiencia propia te puedo decir que cuando me gradué de la Universidad, no tenía ni idea qué iba a hacer con mi vida (aún tengo mis dudas), teniendo la fortuna de que las oportunidades se me presentan y las tomo sin pensar más allá o tener un plan tan elaborado. Simplemente, me dejo llevar. Si, lo sé, es arriesgado, es hasta si tu quieres, inmaduro, pero, sabes qué? Ha valido la pena.

Una de mis frases es, “sin miedo y sin asco, así se le da a la vida”. Porque, nadie sabe qué va a pasar mañana, hoy estamos, al rato quién sabe, somos un cúmulo de planes y listas de pendientes. Para qué?, a quién o qué le tenemos tanto miedo?

Hace mucho tiempo, te soy sincera, tenía muchas ganas de morirme, no quería estar en este mundo, lo pensaba constantemente, me sentía fuera de lugar, me sentía como un “sobrante”. Era un pensamiento constante. Y no te voy a mentir, (odio las mentiras), hay veces en que siento lo mismo, tengo episodios depresivos muy fuertes, no hablo con nadie o hablo con muy poca gente, puedo estar en una reunión, platicando, socializando, pero mi cabeza no lo está, es una desconexión que es parte de mí.

Esto te lo comparto porque es quien soy, y creo que igual y tu también tienes miedos y dudas y te bajoneas y después estás en un estado de felicidad infinita. Es parte de lo que somos, de lo que vivimos.

A lo que voy es que, yo espero, que después de que esto de controle, hagamos las cosas un poco diferentes, que honremos nuestras pérdidas de tal manera que sea una base para vivir más libres, más arriesgados, más felices. Que apreciemos mas el tiempo con los nuestros, el tiempo a solas, el tiempo en sí.

Que esto que nos está pasando, sea el punto de partida para que logremos ser o hacer eso que tanto hemos planeado.

Ya se, se lee muy rosa, muy fantasioso, Pero, no crees que valga la pena?

No sé, igual y son las dos tazas de café que me acabo de tomar, el leer que gente conocida ya no está con vida o que sea Lunes, pero me gustaría recuperar ese valor que tenía antes, hoy le pienso mucho mas, me detengo y sabes qué?, he escuchado en mi cabeza eso de “no!, la gente te va a criticar”… pffff, me odio tanto cuando pienso así.

Solo quiero tener la certeza de que si me llego a ir de este mundo, no me haya quedado con ningún pendiente, ningún sueño por cumplir. Y que a la gente que me conoce, le pueda dejar algo positivo, o por lo menos un buen dolor de panza de tanto reír por las tonteras que se me ocurren.

Hoy te escribí esto para que respires conmigo, cierres tus ojos y pienses en que, todo va a estar bien. Y que mientras haya vida, todo es posible, mientras las cosas las hagas de la manera correcta.

“Simple y limpio… sin miedo y sin asco, así se le da a la vida”

Patricia Pino

Junio.22.2020

Esta soy yo en Colombia, sin una p#t@ idea de qué hacer con mi vida, pero respirando recio y amando todo lo que soy y lo que tengo.

Querer

Quisiera dejar de querer,

dejar de sentir que siento,

no ser, no estar,

simplemente ser nada.

Quisiera que mi pecho dejara de hundirse al saberme no querida lo suficiente.

Quiero ser eso que no duele, que no estorba ni incomoda.

Dejar de pesar.

Empezar a volar.

Quiero no ser nada, sentir nada, pensar nada.

Porque estoy tan llena de todo, que ya no sé si puedo o quiero ser mas.

Quiero no querer.

El Señor de Lentes.

Antes creía en que el amor de mi vida era él, delgado, dolido por la vida que le toco vivir, con una muralla entre él mundo y él, la cual yo atravesé con el paso de los años… Me forje tanto esa idea que termine creyendo que de verdad estaría con él toda mi vida, que caminaríamos de la mano por calles infinitas, entre mundos lejanos, compartiendo besos que alimentarían nuestra alma y creceríamos juntos, pasando las tardes sentados en una banca, tomando café mientras nuestros hijos corrían por el patio…

Lo amaba tanto, que se me olvido que debía amarme a mí mas, idealice algo que no existía, le entregue mis días y mis noches…. y se acabó.

De esas veces que hay un hueco profundo en tu corazón que ni mil abrazos pueden llenar, de esas veces que te pesa el alma, que te duele, te duele…te duele.

Pasaron años, lagrimas, sonrisas, caminares. Lo superé, lo perdoné, me perdoné.

Igual y tenía mucho tiempo que no hablaba de él, quizá porque mi corazón bloqueó todo deseo de recordarmelo, a decir verdad, hay días que pienso que nisiquiera existió. 

La vida te regala tantas oportunidades, te enseña todos los días y te da el privilegio de aprender muchas cosas, hasta de cuanto puedes soportar el dolor.

Hoy escribo porque me lo debía, porque no duele, porque sonrío al pensarle, porque me llena de orgullo el saber que mi corazón ha sanado y esta mas fuerte que nunca. 

La historia de amor que creé en mi cabeza cuando era adolescente, la viví en su momento, no duro «toda la vida»… pero toda mi vida la recordare con gusto. 

 

Te Dedico.

Te voy a escribir las palabras que nunca pude decirte, estamparé en papel los sentimientos mas grandes y profundos que de mi nacieron.

Empuñare con dolo mi pesar y seguiré las lineas de una vida sin ti.

Te digo adiós porque me dueles, porque tu felicidad que si bien me hace feliz, me nubla la vista y quiebra el corazón que un día se alimento de ti.

El amor que no es revolvente termina asfixiando el alma.

Cuando Quieras, Me Voy.

Quien sabe porqué, pero me prometí amarte, forje en mi camino un pequeño espacio para que cupieras tú.

Te llevaría de la mano, caminando mil sueños, viviendo mil vidas y soñando mil aventuras. 

Cubriría tu dolor con mis brazos y le apostaría a la luna mi corazón por este amor que te tengo.

Y es que quien sabe porqué, pero me decidí a amarte, sin importar el tiempo, ni la distancia, ni las ganas mismas de que esto no funcione.

Te seguiría hasta el fin del mundo, siempre y cuando no me pierda en el camino.

No me pidas que me quede, que te espere, que te entienda, entiéndeme tu a mí. 

Los corazones rotos se curan con remiendos del tiempo y siempre quedan marcas pequeñas que te recuerdan una batalla mal librada.

Yo podré amarte toda mi vida, pero si no me amas, cuál es el punto.

Mejor dime adiós, vete, no te amo… Solo así entenderé.

No se porqué pero me aferré a amarte, pero cuando quieras… me voy.

 

Inexplicable

Cómo educo a mi corazón a no enamorarse del que no es para mi?

Cómo le explico a mi mente que no es bueno malgastar tiempo en alguien que no piensa en mi?

Cómo?… Si desde hace mucho tiempo perdí la batalla en lo que se llama «amor», si toda yo se ha dejado llevar por este sentimiento que no encuentra control ni paz.

Si desde antes de conocerte ya te había empezado a amar y ahora que te tengo enfrente, no lo puedo parar.