Amor en Tiempos de Pandemia

PARTE 6

Creo que con esta miniserie de escritos he podido mostrar un poco quien era y quien soy.

Cuando te dije que estos escritos no estaban enfocados en la historia de chico conoce chica y se enamoran en medio de una pandemia, no te mentí (a estas alturas, sabes que las mentiras me dan asco).

El amor del que te hablo es el propio, ese que a veces nos hace falta y otras veces se desborda. Estos 106 días de encierro me han puesto frente a mi peor enemiga, yo misma.

He visitado los lugares mas oscuros de mi mente, y he tocado pedazos de luz que me llenan de vida.

No te puedo decir que después de esta etapa voy a ser una mejor persona, porque igual y no, pero creo que no seré peor, y eso, ea ganancia.

Solo sé con certeza, de que he tomado buenas decisiones en como vivir mi vida, estoy segura de que a mi lado tengo a la gente que necesito, y que la que se ha ido, me ha hecho un favor, porque, conociéndome, hubiera aguantado muchas más cosas negativas con tal de no soltar.

Y esta actividad es la que mas he practicado estos meses, el soltar. De alguna manera me he venido creyendo el cuento de que soy alguien que no merece amor, atención, cuidados. Digo, estoy tan acostumbrada a a dar sola por la vida que la mínima muestra de cariño es como un choque eléctrico en mi cerebro.

Y así comienzo, aceptando lo que venga, un cariño por tres insultos casuales, un abrazo por cinco comentarios con ataques psicológicos. Y me enojo, sabes?, me enojo, pero no con las personas que lo hacen, me enojo conmigo misma por darle importancia a esa gente y permitir que estén a mi lado.

Desde siempre creí que el amor todo lo aguanta, todo lo puede, y blah, blah, blah, pero nadie te especifica que no es el amor hacia alguien mas, si no el amor propio el que debe ser prioridad, debe ser el que aguante todo y el que lo pueda todo.

Entendiendo esto, dejas seguro, de seguir con gente que no está a tu nivel, que no te da lo que mereces y sobre todo, no merece tu tiempo, energía y cariño.

Al pensar en este título, sabía perfecto que iba a terminar hablando de esto, del amor propio, del empoderamiento de tus emociones, pensamientos y acciones. De conocerte, aceptarte y amarte tal y como eres.

Si, suena muy libro de superación personal, pero es la neta, solo aquella persona que se conozca tal cual es y se acepte, podrá amarse sin tener la necesidad de ser validada por alguien más.

Ahora, hablo con menos personas, salgo con muy pocas y hago planes de pasar tiempo con una minoría, pero es gente que me llena, que me ayuda, que me hace sentir bien, porque no me juzga, no me escucha para opinar, si no para entender.

En esta pandemia, igual y no salí triunfante en cuanto a la jardinería, las manualidades, la cocina y la vida fit, pero si me llevo el aprendizaje de ser yo sin sentir vergüenza, falta todavía mucho por trabajar, ya que, el desaprender lo aprendido durante 38 años no es fácil, pero tampoco imposible.

Espero, que este tiempo que estuviste en aislamiento, te haya servido para encontrar un poco de paz, para respirar un poco mas profundo y haber encontrado la fuerza para mandar al carajo todo eso que te ancla.

Finalmente, si no meditaste, cocinaste, plantaste, creaste o te pusiste bien mamá Dolores, pues, no pasa nada, no es tu momento. A todos nos llega la hora de intentar cambiar lo que nos hace daño por algo que nos haga crecer y nos de amor.

A mí me hizo falta una pandemia para encontrar eso que no tenía suficiente… amor propio.

Patricia Pino

Julio.5.2020

Hoy salí a explorar, a respirar.

Amor en Tiempos de Pademia

PARTE 5

Extraño salir, ir al cine, a comer a un restaurante, manejar y cantar en el automóvil. Extraño salir a jugar basketball.

Desde pequeña he sido muy activa, me gustan los deportes, andar en bici, trepar árboles, nadar en el río, me fascina estar afuera, moverme, respirar hondo y sentir el viento en la cara.

Te podría contar muchas aventuras que he vivido, pero son tantas y tan preciadas, que no sé si les haga justicia. Están en mi memoria y mi corazón.

En este aislamiento, lo que más me ha ayudado a estar tranquila (si se puede llamarle así), es el ejercicio. Ojo, no soy para nada fit, así como le entro al ejercicio, le entro a la comida, recuerda que soy cocinera empedernida.

Pero si, me gusta sentir que estoy haciendo algo bueno por mi cuerpo. Lo he tratado de la jodida durante mucho tiempo y poco a poco me ha pasado factura.

Antes de que toda esta pandemia empezara, tenía mis tardes/noches ocupadas en las canchas de basketball, amo ese deporte, correr, jugar en equipo, y sobre todo… ganar.

Mi papá me enseñó a jugar, él me compró mi primer pelota, y recuerdo perfecto que salía a jugar con él y mi mamá, siempre nos ganaba, hacía unos tiros de fantasía y unas fintas que me alucinaban. Encima de todo, veíamos los partidos de basketball juntos, Michael Jordan estaba en la cima del éxito y verlo jugar era todo un acontecimiento.

Creo que esos momentos son el pegamento de mi salud mental. Las tardes jugando basketball o fútbol con mi papá. Creo que por eso soy medio vato, me crié practicando deportes, y en vacaciones, mis días se me iban en el río con mis primos, o en el corral con mis tíos. Montando a caballo, corriendo, toda neja y sudada. Pero feliz.

Recuerdo que me sentaba en la rejilla de arriba en la camioneta de redilas de mis tíos (todavía lo hago), y al pasar cerca de los árboles con ramas bajitas, por mas que me cubriera la cara, me llevaba unos raspones de cuidado, pero no me importaba, el viento me hacía cerrar los ojos y respiraba fresco fresco.

Algunas veces me pregunto el porqué todo tiene que cambiar, porqué no quedarse viviendo esos momentos, detenidos en el tiempo.

Hoy, con todo lo que he vivido, añoro esos momentos, el estar en el campo, o jugando fut o basket con mi papá.

Pero crecemos, trabajamos y nos llenamos de responsabilidades, de repente se te olvida respirar y te atrapan los pendientes, las deudas, los achaques de la edad.

No todo es malo, me gusta trabajar, ganar dinero y gastarlo en lo que quiero, o sea, salir con mi gente, viajar y comprar todo lo que Amazon pone frente a mí.

Bueno, pues esta cuarentena, he tratado de hacer ejercicio en casa, hacerlo en las mañanas me da una sensación de satisfacción. Ya después me sigo con limpiar la casa, el patio, hablar con mis plantas, tomar café o té, cocinar o no (nos turnamos la cocinada con mi mamá), y leer un rato. Te diría que ver alguna peli o programa de tv, pero la verdad es que no me llama mucho la atención, normalmente la tele la enciendo y está hablando como loca mientras yo veo al techo y me invento historias en la cabeza

Eso si, me conozco demasiado bien para saber que si no hago ejercicio en las mañanas, me voy de boca en el túnel de la depresión y ansiedad, como cochinadas y no me muevo del sillón. Es como este loop auto destructivo del cual soy consciente y por más que mi cerebro me diga que me deje de mmdas, sigo tirada viendo al techo.

Es por eso que es importante para mí hacer ejercicio, estar afuera, correr, nadar, patear una pelota o aventarla hacia un aro. Porque me hace sentir esa libertad y felicidad que sentía cuando estaba pequeña, cuando no pensaba en nada más que en estar ahí, en el momento, respirando hondo. Libre.

Patricia Pino

Junio.26.2020

Aquí estoy yo, respirando hondo en el corral de mi abuelo.
Aquí estoy, muerta de frío y cansada por haber caminado un buen, pero feliz por haber encontrado esta cascada en medio de la Sierra de Guerrero.

Amor en Tiempos de Pandemia

PARTE 4

Y aquí estamos otra vez, yo escribiéndote y tú leyéndome. En complicidad, de mutuo acuerdo. (Que mmda!)

Tal vez tu busques respuestas en mis escritos, alguna señal divina en estas letras, algo que te haga encontrar tu centro. Si es así, lo siento, estoy mas perdida que tu.

Eso si, trataré de hacerte sonreír y te mantendré ocupado/da/de mientras estas letras sigan apareciendo.

Como ya te habrás dado cuenta, mi imaginación es un poco, hmmm, amplia..?

Esta la utilizo siempre, a veces creo personajes, otras, pues son historias que sólo ocurren en mi cabeza, esto quiere decir, que puedo estar totalmente tranquila, viendo la tele y en mi mente empiezo a vivir situaciones (a veces dramáticas), que es casi imposible sucedan.

He salvado vidas infinidad de veces, en todos los escenarios posibles, obviamente culpo a Grey’s Anatomy y las mil y un películas que he visto. Pero, pues, qué quieres? Es medio difícil controlarme.

En esta cuarentena, he ocupado mi imaginación y creatividad para armarme un cuento de que soy una constructora de juegos de mesa. Porque, a pesar de que vivo sola y de que mi círculo de ami@s se ha reducido a los necesarios, me encantan los juegos de mesa, bueno, me encanta competir, y obviamente, me choca perder.

Así que, decidí armar un par de juegos de mesa sencillos, un tablero de damas chinas o ajedrez y un tablero de “sorry”, todo bien, me gustó el resultado final, pero sabes qué? Se necesita gente para jugar!, así que, cada vez que paso por la mesa, veo a ese tablero y siento que me reclama su existencia. No puedo hacer nada mas que verlo e ignorarlo.

Un día decidí armar un rompecabezas de 2,000 piezas, es tan grande que no cupo en mi mesa, y como no me vibró el tamaño, lo dejé así, a medio empezar por días.

Y es eso, creo mucho en la vibración, siempre he sido muy intuitiva, si algo no me late, no lo hago, si alguien no me vibra, sé que no es alguien que me aportará algo positivo, (por no decir que muy probablemente no es una buena persona).

Me pasa que cuando conecto con alguien, le conozco a tal nivel, que intuyo cuando algo está mal, ya se!, soy psicóloga y esas cosas son de magos… pero soy fan de Harry Potter, así que, hazle como quieras.

El caso es que me gusta ser así, el tener la capacidad de entender a las personas, el poder, de cierta manera, proporcionarles las herramientas para que estén mejor.

Desde que iba en la secundaria supe lo que quería para mi, viajar por el mundo, ser psicóloga y escribir libros. Mas o menos ahí la llevo, me falta eso de escribir libros (pfff, en plural!), no puedo acabar un escrito decentemente, menos un libro, ah no!, libros!

El viajar por el mundo, pues, lo intento, me he escapado a vagar mas de una vez, el trabajo en los cruceros marítimos también me ayudó a explorar lugares que estaban fuera de mi imaginación. Recuerdo que esta necesidad de explorar la sembró mi madre en mí desde pequeña, me decía, “Patricia, no te cases, conoce gente, lugares, viaja, explora!” Y pues heme aquí, sin un marido con quién jugar damas chinas, mi refri lleno de imanes de todos los lugares que he pisado, mi pasaporte lleno de sellos y mi cabeza con mil y un recuerdos.

No me arrepiento de nada, cada quien hace su propio camino, el mío, pues tiene un buen de baches, algunas partes está pavimentado, y muchas otras es tierra o lodo. Eso sí, es extenso y abarca muchos muchos países.

A mi parecer, la vida se trata de eso, coleccionar momentos, dar lo mejor que tengas y amar a lo desgraciado, (no “al desgraciado”, a LO desgraciado), fuerte pues, sin miedo.

Así que, no importa lo que quieras para ti, ya sea viajar por el mundo, ser bomber@, no salir de tu ciudad, formar una familia, o simplemente leer libros y tomar café, hazlo. Disfruta! Mientras seas feliz, y no lastimes a nadie ni atentes contra tu bienestar, todo está bien.

Patricia Pino

Junio.24.2020

El tablero para las damas chinas o ajedrez.
El rompecabezas que nomás no entró en la mesa.. así se quedo por una semana.
Este es mi pasaporte de Pandemia, no voy a postear el original por mera seguridad.

Amor en Tiempos de Pandemia

INTERMEDIO

Este escrito no es para hablarte de alguna de las actividades que he hecho para mantenerme sana mental/emocionalmente.

Lo que escribo hoy son ideas que pasan y han pasado por mi cabeza durante todo este tiempo incierto.

Sin politizar, filosofar ni ser critica social, he tratado de mantenerme neutra en cuanto opiniones sobre nuestra mueva forma de vida.

Sin empacho te digo que he sentido todos los síntomas de la enfermedad, sin tenerla siquiera. Hay momentos que se me acelera el corazón y empiezo a hacer un plan mental de cómo afrontaré esta situación. Me preocupa, me siento ignorante, a pesar de que trato de buscar información al respecto.

Hay gente que dice que esto del virus es una farsa, hay otros que se han cerrado a todo contacto social, y hay otros más que tratan de llevar una vida con precaución.

Creo que cada quien es libre de pensar y sentir lo que quiera, mientras no afectes a los demás, ni atentes contra tu seguridad.

Hay veces que vivimos con miedo, sentimos que algo malo nos va a pasar, que la gente nos va a criticar, o que vamos a fracasar en nuestros proyectos.

Hoy me doy cuenta que todos esos miedos son sólo barreras que construimos para sentirnos “seguros”, dando a cambio lo mas preciado que tenemos, nuestra libertad.

Por experiencia propia te puedo decir que cuando me gradué de la Universidad, no tenía ni idea qué iba a hacer con mi vida (aún tengo mis dudas), teniendo la fortuna de que las oportunidades se me presentan y las tomo sin pensar más allá o tener un plan tan elaborado. Simplemente, me dejo llevar. Si, lo sé, es arriesgado, es hasta si tu quieres, inmaduro, pero, sabes qué? Ha valido la pena.

Una de mis frases es, “sin miedo y sin asco, así se le da a la vida”. Porque, nadie sabe qué va a pasar mañana, hoy estamos, al rato quién sabe, somos un cúmulo de planes y listas de pendientes. Para qué?, a quién o qué le tenemos tanto miedo?

Hace mucho tiempo, te soy sincera, tenía muchas ganas de morirme, no quería estar en este mundo, lo pensaba constantemente, me sentía fuera de lugar, me sentía como un “sobrante”. Era un pensamiento constante. Y no te voy a mentir, (odio las mentiras), hay veces en que siento lo mismo, tengo episodios depresivos muy fuertes, no hablo con nadie o hablo con muy poca gente, puedo estar en una reunión, platicando, socializando, pero mi cabeza no lo está, es una desconexión que es parte de mí.

Esto te lo comparto porque es quien soy, y creo que igual y tu también tienes miedos y dudas y te bajoneas y después estás en un estado de felicidad infinita. Es parte de lo que somos, de lo que vivimos.

A lo que voy es que, yo espero, que después de que esto de controle, hagamos las cosas un poco diferentes, que honremos nuestras pérdidas de tal manera que sea una base para vivir más libres, más arriesgados, más felices. Que apreciemos mas el tiempo con los nuestros, el tiempo a solas, el tiempo en sí.

Que esto que nos está pasando, sea el punto de partida para que logremos ser o hacer eso que tanto hemos planeado.

Ya se, se lee muy rosa, muy fantasioso, Pero, no crees que valga la pena?

No sé, igual y son las dos tazas de café que me acabo de tomar, el leer que gente conocida ya no está con vida o que sea Lunes, pero me gustaría recuperar ese valor que tenía antes, hoy le pienso mucho mas, me detengo y sabes qué?, he escuchado en mi cabeza eso de “no!, la gente te va a criticar”… pffff, me odio tanto cuando pienso así.

Solo quiero tener la certeza de que si me llego a ir de este mundo, no me haya quedado con ningún pendiente, ningún sueño por cumplir. Y que a la gente que me conoce, le pueda dejar algo positivo, o por lo menos un buen dolor de panza de tanto reír por las tonteras que se me ocurren.

Hoy te escribí esto para que respires conmigo, cierres tus ojos y pienses en que, todo va a estar bien. Y que mientras haya vida, todo es posible, mientras las cosas las hagas de la manera correcta.

“Simple y limpio… sin miedo y sin asco, así se le da a la vida”

Patricia Pino

Junio.22.2020

Esta soy yo en Colombia, sin una p#t@ idea de qué hacer con mi vida, pero respirando recio y amando todo lo que soy y lo que tengo.

Querer

Quisiera dejar de querer,

dejar de sentir que siento,

no ser, no estar,

simplemente ser nada.

Quisiera que mi pecho dejara de hundirse al saberme no querida lo suficiente.

Quiero ser eso que no duele, que no estorba ni incomoda.

Dejar de pesar.

Empezar a volar.

Quiero no ser nada, sentir nada, pensar nada.

Porque estoy tan llena de todo, que ya no sé si puedo o quiero ser mas.

Quiero no querer.

Ya casi es Octubre.

Y aquí sigo, con la mente revuelta, el corazón chiquito y unas ganas inmensas de encontrarte,
Me has engañado mil veces, llegando de lugares lejano, con tus sonrisas coquetas, con tus caricias de siempre.

Cuántas veces me enamoraré de ti?

Siempre he dicho que mi mente es mi peor enemiga, aunque mi corazón no le pide nada. Como me gustaría quitarme los miedos, salir de esta esquina y dejar este cuerpo.

Como quisiera poder gritar que ya basta, que estoy atrapada, que no siento nada.

Ya llegaste de nuevo, viajero incansable, con ropas extrañas y regalos de piedra,
estas letras son mis confidentes, mi escudo invencible, mi fuerza infinita.

Heme aquí, con melancolía en en alma, con sueños latentes y con mis manos vacías.

Patricia Pino.

Cuando Quieras, Me Voy.

Quien sabe porqué, pero me prometí amarte, forje en mi camino un pequeño espacio para que cupieras tú.

Te llevaría de la mano, caminando mil sueños, viviendo mil vidas y soñando mil aventuras. 

Cubriría tu dolor con mis brazos y le apostaría a la luna mi corazón por este amor que te tengo.

Y es que quien sabe porqué, pero me decidí a amarte, sin importar el tiempo, ni la distancia, ni las ganas mismas de que esto no funcione.

Te seguiría hasta el fin del mundo, siempre y cuando no me pierda en el camino.

No me pidas que me quede, que te espere, que te entienda, entiéndeme tu a mí. 

Los corazones rotos se curan con remiendos del tiempo y siempre quedan marcas pequeñas que te recuerdan una batalla mal librada.

Yo podré amarte toda mi vida, pero si no me amas, cuál es el punto.

Mejor dime adiós, vete, no te amo… Solo así entenderé.

No se porqué pero me aferré a amarte, pero cuando quieras… me voy.